En el día mundial de la Filosofía.
Saludo a la sabiduría de nuestros ancestros del Abya Yala por compartirnos su filosofía del Buen Vivir.
Agradezco la filosofía del Tao que nos une a la energía del cielo y de la tierra.
Saludo el renacer en el Ganges y en el Jordán por cada vida nueva.
Respeto el conocimiento profundo, más que la lógica y la técnica del occidente capitalista.
Agradezco el movimiento las danzas que nos permiten replegarnos y desplegarnos.
Volver sobre uno mismo y una vez más, volver abrirse al universo.
En este día salgo a buscar el Yokigurashi, la vida plena de alegría y felicidad junto a los hermanos de Tenri.
Una vez más sacudo el polvo que se acumula en el corazón. Canto, muevo las manos, cierro los ojos.
Elijo habitar entre el cosmos y el caos del hedor de América, en el conflicto, entre las cosas y las palabras, armado de discursos decolonizantes, estar y no ser.
En el día de la filosofía espero el inicio de un nuevo PachaKuti, un nuevo cambio de orden, la transformación del todo, donde lo que esté arriba pase abajo, donde la vida no esté apropiada por el hombre, donde podamos ser Jiwasa, un “tu y yo”, donde seamos Jenecherú, el fuego que nunca se apaga.
